No te pongas trabas

Cuando nos fijemos una meta cualquiera que esta sea esta lo primero que debemos hacer es ser concreto, e ir al grano para que la energía no se disperse en el proceso y así no desviarnos en la meta que nos hallamos fijado.
Las trabas que se imponen a menos que sean de causa mayor que se escapen de nuestros deseos se deben solucionar conscientemente con calma porque siempre hay solución y el desespero solo contribuye a atrasar. Las trabas mentales son más difíciles porque solo depende de nosotros y no de factores externos, iguales que las trabas emocionales y solo nosotros tenemos la capacidad para resolverlas porque son internas, por miedos, temores que se han ido acumulando y sobre todo si no hemos podido resolver situaciones anteriores. Las trabas son obstáculos que se han podido originar hasta por la educación familiar , si nacemos en una familia temerosa que le teme a los cambios , a metas que piensan que son incansables ese patrón se queda en nosotros formando miedos en el subconsciente .A medida que nos desarrollamos y vemos un mundo como realmente, es ese temor implantado se va cambiando por un patrón de lucha , de superación y de alcanzar la meta que nos hemos trazado .
Las trabas emocionales nos encadena a un amor que no, fue bajamos la santa maría y no nos damos la oportunidad de encontrar un nuevo amor en ese transcurso dejamos pasar a personas maravillosas para nosotros y de estabilizarnos sentimentalmente. Debes vaciar ese disco duro limpiar todo temor, toda limitación que esta saboteando tu vida .
Podemos caer lo importante es levantarnos nuevamente y aprender de esa caída. Recuerda la mente lo puede todo, es tu motor , es tu empuje, libérate de las trabas y busca tu felicidad, las trabas son impulsadoras ellas te empujan al éxito porque están allí para enseñarte “Que si puedes “

Las estrellas de mar -Cuento sufí


Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar; una enorme playa virgen donde tenía una casita donde pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para su libro. Era un hombre inteligente y culto y con sensibilidad acerca de las cosas importantes de la vida.
Una mañana mientras paseaba a orillas del océano vio a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarse vio que era un muchacho que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.
El hombre le preguntó al joven que estaba haciendo. Este le contestó:
- “Recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar; la marea ha bajado demasiado y muchas morirán”.
Dijo entonces el escritor:
-” Pero esto que haces no tiene sentido, primero es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas”.
El joven miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó ” para ésta… sí tiene sentido”.
El escritor se marchó un tanto desconcertado, no podía explicarse una conducta así. Esa tarde no tuvo inspiración para escribir y en la noche no durmió bien, soñaba con el joven y las estrellas de mar por encima de las olas.
A la mañana siguiente corrió a la playa, buscó al joven y le ayudó a salvar estrellas…

Was es ist...

Es una tontería
Dice la razón
Es lo que es
Dice el amor
Es una desgracia
Dice el cálculo
No es nada sino dolor
Dice el temor
No tiene perspectivas
Dice el entendimiento
Es lo que es
Dice el amor
Es ridículo
Dice el orgullo
Es insensato
Dice la precaución
Es imposible
Dice la experiencia
Es lo que es
Dice el amor

Erich Fried.-

LAS RAZONES DEL CORAZON

Toda consideración abstracta, aunque se refiera a problemas humanos, no sirve para consolar a ningún hombre, para mitigar ninguna de las tristezas y angustias que puede sufrir un ser concreto de carne y hueso, un pobre ser con ojos que miran ansiosamente ( ¿ hacia qué o hacia quién? ), una criatura que sólo sobrevive por la esperanza. Porque felizmente el hombre no está sólo hecho de desesperación, sino de fe y de esperanza; no sólo de muerte sino también de anhelo de vida; tampoco únicamente de soledad sino de momentos de comunión y de amor. Si prevaleciese la desesperación, todos nos dejaríamos morir o nos mataríamos, y eso no es de ninguna manera lo que sucede.

Esto demuestra la poca importancia de la razón, ya que no es razonable mantener esperanzas en este mundo en que vivimos. Nuestra razón, nuestra inteligencia, constantemente nos está probando que ese mundo es atroz: la razón es aniquiladora y conduce al escepticismo, al cinismo y finalmente a la aniquilación. Pero, por suerte, el hombre no es casi nunca un ser razonable, y por eso la esperanza renace una y otra vez en medio de las calamidades. Y este mismo renacer de algo tan descabellado, tan sutil y entrañablemente descabellado, tan desprovisto de todo fundamento es la prueba de que el hombre no es un ser racional. Y así, aunque los terremotos arrasan una vasta región de Japón o de Chile, ....... una guerra cruel y sin sentido para la inmensa mayoría de sus víctimas mutila y tortura, asesina y viola,....... a los sobrevivientes, los que asistieron, espantados e impotentes, a esas calamidades de la naturaleza o de los hombres, esos mismos seres que en aquellos momentos de desesperación pensaron que nunca más querrían vivir y que jamás reconstruirían sus vidas ni podrían reconstruirlas aunque lo quisieran, esos mismos hombres y mujeres, esos precarios seres humanos empiezan de nuevo, como hormiguitas tontas pero heroicas, a levantar su pequeño mundo de todos los días; mundo pequeño, es cierto, pero por eso más conmovedor.

De modo que no son las ideas las que salvan al mundo, no es el intelecto ni la razón, sino todo lo contrario; aquellas insensatas esperanzas de los hombres, su furia persistente para sobrevivir, su anhelo de respirar mientras sea posible, su pequeño, testarudo y grotesco heroísmo de todos lo días frente al infortunio. Y si la angustia es la experiencia de la Nada, ¿ no sera la esperanza la prueba de un sentido oculto de la existencia, algo por lo cual vale la pena luchar ? Y siendo la esperanza más poderosa que la angustia, ya que siempre triunfa sobre ella, porque si no todos nos suicidaríamos, ¿ no sera que ese sentido oculto es más verdadero que la famosa nada?



De Sobre Héroes y Tumbas, de Ernesto Sábato