INCLUSO EN ESTOS TIEMPOS


Incluso en estos tiempos
veloces como un Cadillac sin frenos,
todos los días tienen un minuto
en que cierro los ojos y disfruto
echándote de menos.

Incluso en estos tiempos
en los que soy feliz de otra manera,
todos los días tienen ese instante
en que me jugaría la primavera
por tenerte delante.

Incluso en estos tiempos
de volver a reír con los amigos,
todos los días tienen ese rato
en el que respirar es un ingrato
deber para conmigo.

Y se iría el dolor mucho más lejos
si no estuvieras dentro de mi alma,
si no te parecieras al fantasma
que vive en los espejos.

Incluso en estos tiempos
triviales como un baile de disfraces,
todos los días tienen unas horas
para gritar al filo de la aurora,
la falta que me haces.

Incluso en estos tiempos
de aprender a vivir sin esperarte,
todos los días tengo recaídas
y aunque quiera olvidar no se me olvida
que no puedo olvidarte.

JOAQUÍN SABINA.-

EL ELEFANTE ENCADENADO

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Jorge Bucay .-

Fresias

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...

Jorge Bucay.-

Belleza y Fealdad

Cierto día Belleza y Fealdad se encontraron a orillas del mar. Y se dijeron:
-Bañémonos en el mar.
Entonces se desvistieron y nadaron en las aguas. Instantes más tarde Fealdad regresó a la costa y se
vistió con las ropas de Belleza, y luego partió.
Belleza también salió del mar, pero no halló sus vestiduras, y era demasiado tímida para quedarse
desnuda, así que se vistió con las ropas de Fealdad. Y Belleza también siguió su camino.
Y hasta hoy día hombres y mujeres confunden una con la otra.
Sin embargo, algunos hay que contemplan el rostro de Belleza y saben que no lleva sus vestiduras.
Y algunos otros que conocen el rostro de Fealdad, y sus ropas, no lo ocultan a sus ojos.

Mariposa


Un día un niño caminaba en el bosque, el niño al ver la hermosura del busque se llenaba de mucha inspiración y soñaba despierto. Sus sueños contenían tal vitalidad que el niño era uno con el bosque. De repente en una hoja muy pequeña ve una oruga que también soñaba y estaba llena de inspiración y se sentía una con el bosque. El niño le pregunta ¿Cuál es el mayor de tus sueños? Ella le dice muy alegre ¡algún día me convertiré en mariposa con alas muy hermosas y su colores darán vida a este inmenso bosque!. El niño le pregunta ¿y como será posible que te transformes de oruga a mariposa? Ella le contesto: No es necesario transformarme la llevo dentro solo debo alimentarla y ella florecerá. Pregunta el niño: ¿y como la alimentas? Ella contesto: Primero me alejo de los depredadores estos son aquellos que me impiden convertirme en la hermosa mariposa y no son solo los que pueden comerme, también son los que me matan por dentro diciéndome que nunca seré la hermosa mariposa que es imposible. ¿El niño le dijo: Yo también tengo también un ser adentro que florecerá y no seré un mariposa pero también estaré dotado de gran belleza y estaré lleno de ciencia para crear y seré astronauta.
La oruga se transformo en una hermosa Mariposa.
El niño eres tú ¿En que te transformaras?

Toques Zen

Recuerde este proverbio chino:
Los Maestros pueden abrir la puerta
mas sólo usted puede entrar


Tenga un proyecto de vida,
mas esté abierto para percibir las señales del camino.
Sea flexible como los gajos de un árbol al viento,
así nada podrá quebrarlo.

Encienda un incienso.
El marca el tiempo de su meditación
o de cualquier actividad y purifica
el ambiente.
Además de eso, según los monjes
zen-budistas, el humo esparce bienestar
a todos los seres y eleva nuestro espíritu.

Tenga cerca una caja de arena,
con algunas piedras y modifique cada día la posición de ellas
y el trazado de los granos.
Mover en el jardín zen es una forma
de aquietar la mente y una metáfora de la vida:
Todo está cambiando en todo momento,
un día es diferente de otro y usted puede crear su presente.

En el trabajo, cuando estuviera en una situación
de conflicto o recibiera una provocación, no reaccione
inmediatamente.
Respire y preste atención, pues siempre hay una manera
de resolver las cuestiones de forma pacífica, con respeto
amorosamente. Caso contrario, usted entra en la sintonía
de acciones y pensamientos negativos, dañinos para
los otros y para usted mismo

En el tránsito, manténgase atento y
gentil con los otros conductores.
Mantenga distancia y ceda el paso.
Si está muy alterado con la espera,
tenga en el vehiculo música tranquila
y algunos caramelos.
Eso baja la ansiedad y suaviza el enojo e impaciencia

Simplemente sea lo que es,
Acepte su cuerpo y sus pensamientos.

Acuérdese de mirar hacia el cielo.
Eso expande los límites de la mente
y nos recuerda que somos una
pequeña parte del inmenso Universo,
que esta siempre en movimiento.

Al hablar, use palabras de cariño y respeto,
Pues usted está delante de otro ser humano, sea quien fuera.

Reserve algún tiempo y apenas quede sin hacer nada:
No piense, no contemple, no desee cambios.

En cada gesto simple de lo cotidiano,
usted puede descubrir nuevos placeres.
Saboree el agua y cada alimento como un bien precioso,
una fuente de energía vital.
Cuando este comiendo o cocinando, no desperdicie.

Comience el día sentándose con la columna erecta,
(puede ser en una silla), perciba su respiración,
los latidos de su corazón, sus tensiones, sus pensamientos.
Quédese así por algunos minutos, después respire hondo
y salga al mundo dispuesto a aceptar el día como venga,
como si fuese el primero de su vida.

Viva el momento presente. El pasado ya se
fue y el futuro aún no existe.
El aquí y ahora es la única realidad.

La respiración tiene el poder
de cambiar rápidamente
su estado de ánimo.

En situaciones de estrés, ansiedad,
enojo, tristeza, calme su respiración
y tenga en mente que todas las
situaciones son pasajeras, que todo
está en constante transformación.

Preste atención en todo lo que hiciere
y mire las acciones y los comportamientos
repetitivos como una nueva oportunidad de
percibir la vida con más cuidado y amor.
La serpientes cambian su piel de 4 a 8 veces al año.
No pasa de un día para otro.

Hay un proceso.

Cuando estamos listos para desechar nuestros deseos más oscuros,
nuestra depresión, nuestro pensamiento limitado,
nos desprenderemos de ellos.
Pero no sucederá con chasquear los dedos.

No sales de ahí así nada más.
Hay un proceso.

Hoy, sé paciente contigo si no estás donde quieres estar.

Recuerda, hay un proceso
El tiempo perdido no vuelve.
Aquello que dejamos de hacer hoy
se va para siempre.
Es duro, lo sé.
Pero es una gran motivación si lo ves con la luz adecuada.
Hoy, haz una decisión.
Da un salto hacia algo desconocido.
Arriésgate.
Esta vida pasa demasiado rápidamente
como para quedarnos estancados.